martes, 23 de febrero de 2016

Porque educar en sexualidad


A diferencia de la transmisión de conocimientos en materias como Historia o Geografía, la educación en sexualidad parte del reconocimiento del sujeto, de su cuerpo y de sus sentimientos como base del trabajo pedagógico. Considera que el cuerpo es mucho más que una máquina que contiene nuestra razón, que el cuerpo nutre nuestra experiencia cotidiana, es un espacio de experiencia y de expresión de nuestros sentimientos y emociones, es también una fuente de sensaciones muy distintas entre sí -que van del dolor al placer- pero que son, todas ellas, importantes en la construcción de nuestra subjetividad y de nuestra ciudadanía, en la medida que podamos comprenderlas. Educar en sexualidad es, por tanto, una forma de apreciar que la vida sucede en un cuerpo y que, como seres humanos, podemos también entender, analizar y cuidar lo que sucede con nuestros cuerpos, como parte del desarrollo integral de nuestra ciudadanía y nuestras relaciones.
De tal modo, educar en sexualidad implica tanto ofrecer conocimientos para la prevención de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, como formar en valores, sentimientos y actitudes positivas frente a la sexualidad. Una formación así concebida deberá incluir entre sus objetivos ofrecer información adecuada y veraz sobre aspectos vitales de la sexualidad, como forma de relación entre las personas, así como también orientar hacia el acceso a los recursos de salud pública que permitan vivir la sexualidad de forma responsable, plena y segura. Educar en sexualidad implica por tanto entender que, con frecuencia, ha operado el silencio o la omisión en cuestiones tan importantes en la vida de las personas como lo es su relación con el propio cuerpo y con las demás personas. Que esta omisión tiene efectos que afectan el desarrollo físico, fisiológico y socio afectivo de los estudiantes, de ahí la importancia y deber que tanto los padres como las instituciones educativas  formen e informen de manera oportuna y apropiada a nuestro niños y adolescentes en materia de sexualidad humana , pubertad, prevención del abuso infantil,  violencia de género, embarazo precoz, enfermedades de trasmisión sexual , promiscuidad , noviazgo, enamoramiento entre otros temas que aborda la educación sexual.

Referencia: http://www.me.gov.ar/monitor/nro11/dossier1.htm

Educacion sexual en la Escuela


Como espacio de socialización, como lugar de preparación para la vida adulta, la escuela  junto con la familia, cumple un papel fundamental en nuestra sociedad en la formación de valores, creencias, actitudes y aptitudes.. En las aulas, los pasillos y los tiempos de recreo, los niños y las niñas van desarrollándose como personas y se educan, muchas veces al margen de programas y planes de estudio.
El conocimiento sobre la sexualidad en la infancia y la adolescencia se nutre de forma importante de las experiencias y comentarios sucedidos en la escuela, tanto a través de los adultos como de sus compañeros. Esta realidad ha sido, hasta hace poco tiempo, olvidada por la mayor parte de las personas que ejercían la función docente y aquellas que tenían diversas responsabilidades en nuestro sistema educativo.
La educación sexual como derecho humano y abordada de manera integral, articula las dimensiones biológica, psicológica, social, afectiva y ética, reconociendo a las niñas y niños y adolescentes como sujetos de derecho; dotándolos de herramientas para tomar decisiones informadas, para que diseñen su propio proyecto de vida y lo lleven a cabo. Esta mirada integral de las personas trasciende lo exclusivamente biológico y corporal para incluir aspectos que tienen que ver con lo social, con lo normativo, con lo afectivo, con las relaciones interpersonales, con el respeto a la diversidad y la equidad entre hombres y mujeres.